domingo, 21 de septiembre de 2008

LA CIUDAD SAGRADA DE CARAL


A 20 kilómetros del mar, en el valle de Supe (norte de Lima), un equipo de arqueólogos, dirigido por Ruth Shady Solís, inició en 1994 una serie de excavaciones e investigaciones cuyas conclusiones sorprendieron al mundo arqueológico internacional: Caral, con sus 65 hectáreas de construcciones monumentales, es la ciudad más antigua América.

El conjunto ceremonial consta de seis pirámides la mayor de las cuales tiene 18 metros de alto. Además, se descubrió un gran “anfiteatro” donde se realizaban grandes ceremonias religiosas públicas y un “altar del fuego sagrado”, posiblemente de acceso restringido.

Las evidencias arqueológicas indican que Caral fue la sede de un “estado prístino”, donde se realizaban actividades gubernamentales, religiosas, administrativas, artesanales e inclusive comerciales. A nivel socio-político, Caral fue una sociedad con sectores sociales diferenciados de acuerdo a su papel en la producción, control y distribución de los excedentes. Esta sociedad era dirigida por autoridades permanentes (sacerdotes- astrónomos especializados) que contaban con un eficaz medio de control coercitivo ideológico y religioso.

La base productiva estaba conformada por los ayllus –comunidades- dedicados principalmente a la agricultura. Esta actividad tuvo gran desarrollo gracias a la construcción de una red de canales de regadío. En los campos agrícolas del valle de Supe se producía, principalmente, algodón, calabaza, zapallo , frijoles, camote, ají y pacae.

Se sabe que los habitantes de Caral aun no conocían las técnicas de cerámica, pero eran excelentes fabricantes de mates, y sobretodo de tejidos y redes de pescar. El cultivo de algodón y la fabricación de tejidos de calidad, habrían convertido a esta ciudad arcaica en un gran centro manufacturero y núcleo de una amplia red mercantil interregional.

Otro descubrimiento importante del equipo dirigido por la Doctora Shady es el conjunto de flautas traversas, instrumentos musicales hallados muy cerca del Anfiteatro. También destacan las estatuillas de ídolos femeninos, posiblemente vinculadas a la Pacha Mama, divinidad agrícola de gran difusión en el mundo andino.

Los fechados radiocarbónicos publicados en el año 2001 arrojaron una antigüedad de 2 600 años a.C. convirtiendo a Caral en la “cuna de la civilización andina”. Esta ciudad sagrada fue contemporánea a otros grandes centros urbanos del mundo antiguo como Ur y Uruk, en Mesopotamia; y Tinis y Menfis, en Egipto. Estas ciudades se desarrollaban hace 4 500 años, en los albores de la civilización mundial.

Ruth Shady escribe: “Hace 5 millones de años que los seres humanos iniciaron el poblamiento del planeta, pero sólo 5 mil años atrás empezaron a construir centros urbanos y a integrar redes de interacción a largas distancias. Seis sociedades en todo el mundo pudieron cambiar sus modos de vida y generar las condiciones que hicieron posible la civilización, el Estado y la formación de las ciudades: Mesopotamia, Egipto, India, Perú, China y Mesoamérica. Es importante conocer cada una de estas civilizaciones porque ellas influyeron en el desenvolvimiento de otras poblaciones contemporáneas y tuvieron un rol fundamental en el desarrollo de las sociedades que las sucedieron en el tiempo. Pero a diferencia de las civilizaciones del viejo mundo, que mantuvieron entre ellas un sistema de interacción e intercambio de bienes y conocimientos que les permitió aprovechar de las experiencias del conjunto, en el Perú el proceso se dio en total aislamiento, pues Caral se adelantó en, por lo menos, 1 500 años a Mesoamérica, el otro foco civilizatorio del Nuevo Continente” (9).

A fines del año 2005 la arqueóloga Ruth Shady anunció el descubrimiento de un quipu en las ruinas de Caral, que según todas las evidencias, corresponde al auge de esta famosa Ciudad Sagrada, unos 2500 años a.C. Este descubrimiento revolucionará el estudió de la historia andina. Los quipus son ramales de cordeles y nudos de diferentes formas y colores que se utilizaban para guardar la contabilidad de las poblaciones y recursos, en el antiguo Perú. Se sabe que también servían para guardar memoria de hechos de la historia sagrada y real en el Imperio de los Incas. El quipu que se consideraba más antiguo, data del año 600 de nuestra era. El hallazgo del “Quipu de Caral” ratifica el alto grado de desarrollo cultural de nuestros ancestros del Arcaico, a la altura de los grandes focos civilizatorios del planeta.

lunes, 15 de septiembre de 2008

La civilización más antigua de América

La Ciudad Sagrada de Caral - Supe


Los estudiosos afirman que hace 5 millones de años el ser humano inició su desarrollo y expansión, pero solo hace 6.000 años empezó a construir centros urbanos y a integrar redes de intercambio de grandes distancias.

Se estima que únicamente seis culturas fueron capaces de cambiar su forma de vida y generar las condiciones necesarias para desarrollarse como sociedad, creando ciudades, sistemas de cultivo y crianza, arte, medicina y todo lo necesario para formar ciudades complejas y desarrolladas; siendo estas las ciudades de Mesopotamia, Egipto, India, Perú, China y Mesoamérica.

En el caso de las ciudades del viejo mundo, ellas mantuvieron un vínculo y sistema de comunicación, comercio e intercambio; mientras que la sociedad de Caral se desarrolló completamente aislada de todo foco de influencia e incluso se adelantó en por lo menos 1.500 años a la de Mesoamérica, el otro foco del continente.

La primera civilización del Perú y América se formó entre los 3.000 y 2.500 ac, en el valle de Supe, sobre la base de un conjunto de comunidades ubicadas en asentamientos urbanos. Este modelo de organización influyó en el desarrollo de futuras civilizaciones, entre las cuales podemos mencionar a las sociedades que construyeron Huaca La Florida, Garagay en el valle del Rímac, Cerro Sechín, Pampa de Llamas, Moxeque en el valle de Casma. Posteriormente el modelo se repitió en distintas zonas del territorio andino: Chavín, Moche, Lima, Nasca, Tiahuanaco, Wari, Chincha, Ichma, Chimú y finalmente la Inca, la última civilización del Perú prehispánico, 4.400 años después de Caral.

La ciudad sagrada de Caral se encuentra en el valle de Supe, provincia de Barranca, región Lima, ubicada a 182 km al norte de la capital del Perú y a 23 km al este de la carretera Panamericana. Fue construida sobre una terraza aluvial desértica, en la parte inicial del valle medio de Supe y a 350 msnm; siendo el asentamiento urbano más destacado, por su extensión y complejidad arquitectónica, de todos los identificados en el nuevo continente, entre los 3.000 y 2.000 ac.

Caral ocupa 66 hectáreas, en las que se distinguen dos zonas, una central y otra periférica. La primera muestra estructuras arquitectónicas monumentales, cuatro clases de conjuntos residenciales diferentes, unidades residenciales de elite, dos plazas circulares en desnivel inferior, así como lugares de congregación pública masiva. Mientras que la zona de la periferia tiene numerosas unidades domésticas distribuidas a manera de archipiélago con islas de viviendas.

En la construcción de los recintos principales se usaron muros de piedra unidos con argamasa; en algunos recintos secundarios las paredes son de material orgánico, enlucidos con arcilla fina y pintados de rojo, blanco o amarillo. Se observa un uso masivo de shicras (bolsas confeccionadas con fibra vegetal).

Otras áreas fueron construidas con paredes de piedras canteadas (granodiorita), unidas con argamasa de barro y pintadas de rojo, blanco o amarillo, según el periodo correspondiente; algunas muestran paredes con soportes de madera entretejida con cañas y revestidas con argamasa de arcilla y barro.

En los periodos tardíos de ocupación se construyeron terrazas con muros de piedra canteada, unidas con argamasa, enlucidos y pintados de blanco. En los edificios de Caral se muestran evidencias de una prolongada ocupación.

Los avances tecnológicos alcanzados en el área agrícola y en la pesca fueron los más importantes, manifestándose en la producción y trabajo del algodón, lo que permitió la elaboración de ropa y redes para la pesca masiva, y generó a su vez una especialización en cada una de las actividades relacionadas y estimuló el desarrollo de una economía de intercambio entre los asentamientos y grupos de agricultores, pescadores, tejedores y artesanos; permitiendo una acumulación de producción y a su vez la división del trabajo, base de desarrollo de las sociedades complejas.

Los beneficios derivados de la producción social fueron distribuidos en forma desigual, generando el establecimiento de estratos sociales con jerarquías diferentes.

Las condiciones antes mencionadas permitieron el desarrollo de las actividades paralelas que conllevan al desarrollo de una sociedad compleja, como son las artes, tecnologías, astronomía, predicción climática, medicina, administración y contabilidad y un complejo sistema de creencias, ceremonias y rituales, creando un complejo universo mitológico y simbólico que reemplazó a un grupo militar y dejó a la religión como fuerza de control y cohesión social.

Las formas de organización social y política de las poblaciones de Caral-Supe trascendieron en el espacio y el tiempo y fueron las bases de los estados políticos en los Andes centrales.

El prematuro desarrollo de las sociedades de Caral-Supe la convirtió en la civilización más antigua de América, la que logró un avance sin precedentes, en completo aislamiento, a diferencia de otros focos de civilización como Mesopotamia, Egipto e India, que intercambiaron conocimientos y experiencias.

En la pirámide de la Galería (una de las tantas construcciones), en una de sus habitaciones habían sido colocados ocho asientos manufacturados con vértebras de ballena cortadas y pulidas, lo que demuestra un concepto de reunión de grupos humanos.

En la actualidad el gobierno peruano ha creado, mediante el Instituto Nacional de Cultura el denominado 'Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe', que supervisa, planifica y controla los trabajos, llevando los registros de los descubrimientos.



La ciudad de Caral se ecuentra actualmente en estado ruinoso y a la espera de una futura restauracion teniendo en cuenta que su descubriemineto es relativamente reciente.

Sin embargo, asi es como lucia la ciudad de Caral hace 5000 años: